La urgencia de combatir el cambio climático
2022-03-04PorADRlANODARO
Por ADRlANO MÀDARO
Una búsqueda común para salvar el clima de nuestro planeta
OCCIDENTE ha sido uno de los principales contaminadores del aire y el agua durante más de un cuarto de milenio.Fue el Reino Unido el que empezó a rodar el balón con su “revolución industrial” de 1760,mientras que otros países desarrollados le siguieron gradualmente,explotando sin piedad la vieja Europa y los recursos de otros continentes.La carrera por el progreso de aquella época puede considerarse como un incipiente capitalismo euroamericano ideado por las naciones más dominantes del continente.
Debido a las vicisitudes históricas que convirtieron a China en víctima tanto de los prejuicios culturales como del saqueo económico a manos de las fuerzas imperialistas extranjeras,desde mediados del siglo XIX hasta mediados del siglo XX,el país fue poco más que un estado semicolonial.Solo recientemente China ha salido a relucir su formidable fuerza económica.Si bien se ha convertido tardíamente en uno de los países que más contamina del mundo,la contaminación que ha generado,en términos temporales,representa menos de un tercio de la de sus pares occidentales.En los últimos 40 años,el progreso del país asiático ha impulsado la igualdad tecnológica con sus pares europeos e incluso la superioridad sobre ciertos estándares.
Esfuerzos en China
China,al igual que los países de Europa en su conjunto,está firmemente comprometida con salvaguardar el valioso patrimonio ecológico mundial,que a la vez está íntimamente relacionado con el patrimonio histórico y arqueológico.
Si bien los datos muestran que la industria china ha tenido cierto impacto negativo en el creciente fenómeno de la contaminación mundial,China ha hecho todo lo posible por mitigar lo que puede definirse como la principal causa del malestar del planeta–la amenaza de su progresiva destrucción– como misión nacional durante los últimos 15 años o más.Ya en 2005,Xi Jinping,el entonces secretario del Comité Provincial de Zhejiang del Partido Comunista de China,había prestado especial atención a la ecología del país.Hizo la esclarecedora observación de que “las montañas verdes y las aguas cristalinas son tan beneficiosas como las montañas de oro y plata”,lo cual desencadenó un serio debate sobre la protección de los recursos verdes frente a la explotación.Fue una metáfora destinada a desencadenar un punto de inflexión ecológico de China:el objetivo de poder decir después de dos décadas que una parte del “sueño chino” se había hecho realidad.Hoy en día,cada vez hay más conciencia de los efectos negativos de la contaminación,en particular la atmosférica,sobre el cambio climático.
Se ha hecho mucho en 2021 para hacer frente a los problemas causados por el cambio climático.La 26.ª Conferencia de las Partes de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático(COP26),que se celebró en Glasgow(Reino Unido) del 31 de octubre al 12 de noviembre de 2021,puede considerarse como parte de un plan de emergencia mundial.Si no se adoptan medidas internacionales decisivas para contrarrestar el cambio climático,la temperatura mundial habrá aumentado alrededor de tres grados centígrados a finales de este siglo.Este hecho anulará el objetivo del Acuerdo de París de 2015 sobre el cambio climático,en cuyo marco 192 de las 197 Partes de la Convención está el compromiso de reducir la temperatura media en menos de dos grados centígrados con respecto a los niveles preindustriales.Los firmantes llegaron a un acuerdo respecto a la importancia de definir la universalidad de Estados Unidos y Europa,por un lado,y de las economías emergentes representadas por China,la India y Rusia,por otro,en lo que se refiere a comprometerse con medidas estrictas de descarbonización.Entre estos dos grandes bloques se encuentran los países más pobres y vulnerables del mundo,que pese a ser los que menos contaminan,son los que sufren las peores consecuencias del cambio climático.
Un importante rol
17 de agosto de 2020.Estaciones de energía fotovoltaica en el Parque de Desarrollo de la Industria Verde de Talatan,en el distrito de Gonghe,prefectura autónoma tibetana de Hainan,provincia de Qinghai.Xinhua
El hecho de que China haya contribuido de forma proactiva a desbloquear las negociaciones para hacer posible un acuerdo fundamental demuestra el importante rol que juega en pos del control del cambio climático.En ese sentido,el trabajo que ha realizado el país en los últimos años constituye un récord que el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente reconoció en su “Revisión de 20 años de políticas de control de la contaminación del aire en Beijing”,fruto de dos años de trabajo de un equipo de expertos internacionales y chinos.El informe reveló que,gracias a su constante lucha contra la contaminación atmosférica,China ha conseguido reducir considerablemente las concentraciones de dióxido de azufre (SO2),dióxido de nitrógeno (NO2)y partículas inhalables (PM10) en los últimos 20 años.
El PCCh ha hecho gran hincapié en sus últimos congresos nacionales en lo que llama “civilización ecológica”.El proyecto “Bella China” del Partido ha promovido una campaña de concienciación que da importancia no solo a la calidad del aire y al control del cambio climático,sino también a la protección del medio ambiente mediante iniciativas verdes orientadas a la defensa del paisaje,el aire y el agua.
China,al igual que los países de Europa en su conjunto,está firmemente comprometida con salvaguardar el valioso patrimonio ecológico mundial,que a la vez está íntimamente relacionado con el patrimonio histórico y arqueológico.China y la Unión Europea (UE) pueden colaborar de forma proactiva mediante una respuesta global a los males del planeta en la que tanto la realidad geográfica como medioambiental constituyan una protección responsable.En ese sentido,se debe empezar por la vigilancia del clima y avanzar hacia la mitigación y el control del impacto climático de los contaminantes.
La conferencia de Glasgow tenía la misión de restablecer la unidad de propósito recientemente comprometido en virtud del anarquismo de la política estadounidense a instancias de Donald Trump.El irresponsable desprecio del expresidente estadounidense por el espíritu del Protocolo de Kioto y,sobre todo,su retiradadel Acuerdo de París generó una desorientación generalizada.
La urgencia de combatir el cambio climático se ha acentuado por los desastres ambientales que ocurren en todo el planeta y que se han acelerado de manera alarmante en los últimos años.Las pruebas y los testimonios dejan en evidencia que las políticas irracionales inevitablemente terminan en catástrofes naturales.La gente espera que la conferencia de Glasgow derive en un acuerdo sin reticencias ni excepciones.China,junto con otras grandes economías mundiales,es consciente de que las responsabilidades en el control del clima son un compromiso compartido y serio.El espíritu de colaboración que une a China y a la UE en el ámbito ecológico desde hace más de 20 años nos da esperanzas.Si el planeta es el hogar de todos,su clima–que afecta el aire que respiramos y el agua que bebemos–también debe nutrir a todos.