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Un valor mundial inigualable

2023-01-09PorZHANGHUl

今日中国·西班牙文版 2023年1期

Por ZHANG HUl

La evolución del Eje Central está ligada al desarrollo urbano de Beijing

H ACE poco se dio a conocer al público el “panorama” del patrimonio del Eje Central de Beijing, el cual recorre todo el casco antiguo de la capital, incluidos los 15 sitios patrimoniales, un área patrimonial de aproximadamente 5,9 kilómetros cuadrados, y una zona de amortiguamiento con una superficie de unos 45,4 kilómetros cuadrados relacionada estrechamente con la formación y el desarrollo del Eje Central.

El 7 de agosto pasado, la Administración Nacional del Patrimonio Cultural anunció que recomendaría que el Eje Central de Beijing se convirtiera en Patrimonio Mundial 2024. Se espera que después del 1 de febrero, el texto de la solicitud sea entregado al Centro del Patrimonio Mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), que evaluará su admisión.

El secretario general del Comité Central del Partido Comunista de China y presidente del país,Xi Jinping, señaló que “las reliquias culturales y el patrimonio cultural llevan los genes y la sangre de la nación china, y son recursos no renovables e irremplazables de la excelente civilización china”.Asimismo, manifestó que “la solicitud del Patrimonio Mundial del Eje Central de Beijing es un asunto importante”, por lo que se debe “tomar la protección del Eje Central como un asidero importante para impulsar la relocalización de los residentes no propietarios que viven en las reliquias culturales clave y edificios históricos, y fortalecer la protección de las reliquias culturales y la mejora de su entorno circundante”.

23 de agosto de 2017. Extranjeros juegan en la plaza frente a las torres del Tambor y de la Campana, en Beijing.

Orden y grandeza

El Eje Central de Beijing, con una longitud de 7,8 kilómetros, se extiende desde las torres del Tambor y de la Campana en el norte, pasando por el Puente Wanning, el Parque Jingshan,la Ciudad Prohibida, la Puerta Duanmen, la Puerta Tian'anmen, los Puentes Waijinshui, la Plaza Tian'anmen y su complejo arquitecónico, la Puerta Zhengyang y los vestigios del camino real en el sur del Eje Central, el Taimiao, el Altar Sheji, el Templo del Cielo y el Templo de la Agricultura, que se distribuyen de manera simétrica a ambos lados del eje. Estos quince edificios son los elementos patrimoniales del Eje Central, el cual recorre la antigua ciudad de Beijing de norte a sur.Además, aquí se encuentran los monumentos nacionales, los edificios ceremoniales y los edificios emblemáticos más importantes que forman parte de la historia de China desde el siglo XIII,los que también son una muestra de las características materiales y morfológicas más representativas de la civilización china.

El paisaje urbano a lo largo del Eje Central de Beijing es extenso y magnífico, con contrastes que se esconden detrás de una fachada armoniosa y hábilmente unificada. A nivel de planificación plana, el Eje Central tiene un diseño simétrico y, en su estructura tridimensional, tiene puntos altos y bajos, además de una clara jerarquía con relación a la forma de los edificios.A través de las técnicas tradicionales chinas de planificación urbana y diseño arquitectónico, el Eje Central de Beijing es una muestra de la estética y el profundo significado de la cultura china, así como una expresión de etiqueta y orden.

Centralización y armonía

El surgimiento y desarrollo de un eje central en las antiguas capitales chinas ha pasado por un largo proceso. La planificación del Eje Central se debe,en gran parte, a las funciones específicas que tenía la ciudad como capital y su compleja forma. En las dinastías Wei y Jin, la ciudad capital tenía una estructura triple con el palacio imperial como centro. Fue precisamente en este período cuando se elaboró el diseño de planificación del Eje Central de la antigua capital.

El Eje Central de Beijing tiene funciones complejas, al unir edificios que obedecen a distintos usos: el palacio imperial, el espacio utilizado para ceremonias y celebraciones nacionales,las puertas de la ciudad, las torres del Tambor y de la Campana y otras instalaciones administrativas, así como las calles comerciales donde se podían abastecer los ciudadanos para la vida diaria. El Eje Central de Beijing es también el único eje que ha conservado por completo sus edificios. Su magnífica escala, su progresiva secuencia espacial y su riguroso orden paisajístico demuestran el valor estético único de la capital tradicional y continúan ejerciendo una influencia importante en su desarrollo actual.

El Eje Central de Beijing encarna el valor de la “centralización y armonía”, que también forma parte de las contribuciones de la civilización china al mundo. Antiguos ideales como “el respeto a la posición central”, “la integración entre los rituales y la música” y “la armonía entre la humanidad y la naturaleza”están fielmente reflejados en el Eje Central de Beijing.

En la antigua China, el Taimiao, el Altar Sheji, el Templo del Cielo y el Templo de la Agricultura eran los lugares más importantes a lo largo del Eje Central para las actividades de sacrificio nacional, las cuales también eran consideradas asuntos de Estado de suma importancia. Junto con otros edificios en el eje,estos cuatro templos reunían un sistema de creencias inclusivas y diversas que eran parte de la civilización china.

Desarrollo y evolución

La evolución histórica del Eje Central está íntimamente ligada al desarrollo urbano de Beijing desde la dinastía Yuan (1267-1368) en adelante. Se erigió a partir de 1267 y fue perfeccionado a lo largo de las dinastías Ming (1368-1644) y Qing (1644-1911)hasta la época moderna. Por más de siete siglos, ha alojado edificios históricos de gran magnificiencia y orden que reflejan el carácter único de la ciudad.

El Eje Central de Beijing tiene su origen en la construcción de la capital de la dinastía Yuan. La capital de dicha dinastía se formó en torno a los lagos de Shichahai, donde se estableció un punto de base en la ribera oriental. Desde el punto de base hasta el sur, se formó un eje central sobre el cual se basó la planificación y el diseño de la ciudad. Primero se fijó la ubicación del palacio imperial, y luego se determinaron los cuatros límites tomando el punto de base como centro. Después se fijó la ubicación de los templos y las oficinas del Gobierno, colocando el Taimiao y el Altar Sheji de manera simétrica a ambos lados del Eje Central. De esta forma, se formó un patrón regular de calles yhutongs(callejones) similar al de un tablero de ajedrez.El método de planificación de la capital, tomando un punto de base para toda la planificación y la construcción siguiente del palacio imperial, el contorno de la ciudad y las calles, representa un trabajo pionero en la construcción de ciudades capitales en las dinastías pasadas de China.

La plaza de la Torre de la Campana durante la semana de la Fiesta de la Primavera de 2020.

13 de abril de 2020. Un extranjero corre frente al Templo Fuyou, al lado de la Ciudad Prohibida.

Durante el período de Yongle (1403-1424) de la dinastía Ming, la ciudad interior de Beijing se construyó sobre la base del Eje Central de la dinastía Yuan. Se heredaron los muros este y oeste de la ciudad exterior, pero los muros norte y sur fueron trasladados al sur. En el período de Jiajing (1553-1564) de la dinastía Ming, la ciudad interior de Beijing se expandió hacia el sur con el fin de fortalecer su defensa militar. Durante el período de Qianlong (1736-1796) de la dinastía Qing, el complejo arquitectónico del Palacio Shouhuang se trasladó desde la esquina noreste de Jingshan al Eje Central, donde también se construyeron cinco pabellones, lo cual ayudó a reforzar el patrón de planificación simétrica del Eje Central de Beijing.

En 1914, el Altar Sheji se abrió a los ciudadanos, gracias a lo cual el Eje Central de Beijing comenzó también a adopar un cariz más público. El Eje Central y los edificios a ambos lados han atravesado por muchas transformaciones en relación con sus funciones y planificación.De esta forma, el espacio ceremonial que antiguamente estaba al servicio del poder imperial se ha transformado gradualmente en un espacio abierto para los ciudadanos.

El Eje Central es el centro de la capital de la antigua China y de la China moderna. La selección del lugar y su posterior construcción están relacionadas con las montañas en el oeste y el norte de Beijing, al igual que con los ríos y lagos que atraviesan la capital de este a oeste. Todo ello es un reflejo de la armonía entre la naturaleza y la civilización, el patrimonio material e inmaterial, además de los vestigios históricos y la vida contemporánea. Ya sea como una herencia de la civilización china o un ejemplo destacado de planificación urbana, arquitectura y diseño paisajístico, lo cierto es que el Eje Central de Beijing tiene un valor mundial inigualable.