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La venezolana que se tomó Guangzhou

2021-09-12

今日中国·西班牙文版 2021年9期

SI bien mantiene su característico acento venezolano, Giselle Bonet lleva más de 10 años en China, detrás de una empresa a la cual se ha dedicado en cuerpo y alma. Se trata, en suma, de un sueño materializado, donde se unen experiencia, pasión y disciplina para entregar el mejor servicio y acompañamiento a una amplia gama de clientes.

De una habitación a cientos de clientes

Suma más de medio millón de seguidores en sus diversas redes sociales. Pero más allá de la simpatía y dinamismo que Giselle Bonet despliega a diario en sus videos -por Instagram, WeChat y otras plataformas-, los consejos y experiencias que entrega en torno al comercio con China son vitales dada su amplia trayectoria en el país. La venezolana llegó a China en 2012, armada de coraje y resuelta a instalar su empresa. Si bien el camino no fue fácil, primero siendo extranjera y, segundo, como mujer en un rubro dominado mayoritariamente por hombres, la empresaria rápidamente se fue abriendo paso y su compañía fue tomando forma.

Su primer contacto con China se dio en 2002, cuando vino de vacaciones y se enamoró inmediatamente de la cultura del país. Desde ese entonces, siguió viniendo en diversas oportunidades, hasta que en 2010 decidió importar bolsos y vestidos de China bajo su propia marca. El éxito de su emprendimiento fue tal que rápidamente la gente comenzó a pedirle ayuda para importar. Fue en ese entonces que Bonet vio una oportunidad de negocios, y sin más que su propia fuerza y determinación, cruzó el océano hasta Guangzhou, capital de la provincia sureña de Guangdong.

Hoy por hoy, Giselle Bonet presta diversos servicios a través de Pinchili China Service Ltd., para facilitar todo el proceso de compra de diversos artículos y materias primas, desde su punto de origen hasta su lugar de destino. Hasta la fecha, la empresa de Bonet cuenta con dos oficinas y 30 empleados, incluyendo agentes comerciales en Venezuela, Argentina, Guatemala, México y Perú. Se trata de un servicio especializado, adaptado a las necesidades de cada cliente que se puede resumir en una serie de pasos clave, tales como asesoría, petición de muestras, negociación, control de calidad, envío, entre otros. De este modo, la empresa ha facilitado el envío de miles de contenedores a más de 15 países, principalmente en América Latina.

Pinchili es un nombre con gran valor sentimental. Por un lado, es el apodo de la hija de Giselle y, por otro, está relacionado con “fuerza” o “poder” por su significado en chino (力, pronunciado li). La venezolana describe su rol y el de la empresa como “una mano aliada”, con el fin de simplificar la experiencia de compra de las empresas y particulares hispanohablantes, y asegurar que obtengan un producto de buena calidad y confiable. “Queremos enseñar a la gente que importar desde China no es tan complicado como parece para los principiantes”, señala.

Consejos útiles y al instante

Las redes sociales se han ido posicionando cada vez con mayor fuerza al ser un medio efectivo para comunicarse de manera directa y cercana. En ese sentido, Giselle Bonet no ha dudado en sacar ventaja de las herramientas que el siglo XXI ha proporcionado y ha abierto diversas cuentas para comunicarse con personas vinculadas al comercio con China que necesitan información fidedigna y de primera fuente. “Decidí hacer un blog y redes sociales de mi empresa, de tal manera que mostráramos China como el grandioso país que es y las grandes oportunidades de negocios que existen aquí”.

Esto cobra aún más importancia al tener en cuenta el peso de las relaciones económicas entre ambas regiones, ya que China se ha erigido como el primer socio comercial para Brasil, Chile, Perú y Uruguay, y como el segundo socio para otra serie de países en América Latina. En ese contexto, poder importar de manera inteligente para maximizar las ganancias y minimizar los riesgos es un asunto al cual las empresas latinoamericanas prestan gran importancia, ya sean pequeñas, medianas o grandes.

Por eso, las principales dudas que Giselle Bonet atiende están relacionadas con ubicar fábricas confiables y poder tener controles de calidad eficientes. A la vez, las preguntas más frecuentas de sus internautas atañen a los productos más importados y las cantidades mínimas de inversión.

Además de su rol activo a la cabeza de su propia compañía y comoinfluencer, Giselle Bonet también es la autora delbestsellerde AmazonOnce secretos para tener éxito al importar desde China: estrategias de importación que te harán ganar más tiempo y dinero, publicado en junio de este año. En las 156 páginas del libro, Bonet entrega toda su sabiduría gracias a la experiencia práctica que le han dado los más de 10 años en terreno.

Giselle Bonet (izq.) y su hija posan con el fondo de Pudong, la zona moderna de Shanghai. Foto cortesía de la entrevistada

Guangzhou, una ciudad en ciernes

La empresaria se siente agradecida de las oportunidades que le ha brindado China, tanto en el plano personal como profesional. “Haber comenzado desde cero enviandoemailsdesde mi habitación y tener ahora dos oficinas y un equipo de más de 30 empleados, los cuales siguen creciendo, me llena mucho”, confiesa. Asimismo, destaca lo que le ha podido brindar a su hija. “Criar a mi hija aquí ha sido fabuloso”, dice. “La seguridad y el nivel de educación que está teniendo es algo extraordinario”.

Guangzhou es una ciudad que se caracteriza por su ecosistema a favor del emprendimiento, además de ser un centro de tecnología, innovación y servicios a nivel mundial. En línea con el estatus que ha adquirido, la megalópolis -de casi 19 millones de habitantes- también es sede de algunos de los principales encuentros a nivel mundial, como es la famosa Feria de Cantón. Este hito, que se organiza en primavera y otoño todos los años desde 1975, ha probado ser una oportunidad invaluable para Bonet y la razón por la cual decidió instalarse en Guangzhou.

“Escogí Guangzhou por su excelente ubicación y por ser anfitriona de la Feria de Cantón, el evento de negocios de importación más grande del mundo”, destaca. “Cada año recibo a decenas de clientes de diferentes países que vienen a visitarla”.

Asimismo, la ciudad tiene una amplísima y variada oferta culinaria, que es una de las cosas que Giselle Bonet más disfruta en sus ratos libres. “Mi lugar favorito en la ciudad es Zhujiang New Town”, cuenta. Esta área, conocida como la zona moderna y financiera de Guangzhou, destaca por sus rascacielos vanguardistas y de gran envergadura. “Es hermosa, moderna y está llena de atracciones turísticas de todo tipo”.

Pese a la crisis económica y sanitaria suscitada por el COVID-19, la empresa de Giselle Bonet ha seguido expandiéndose a otros países como Brasil y hoy incluso cuenta con servicios en portugués. De esta forma, las perspectivas de crecimiento aún son amplias, por lo que la venezolana prevé seguir en el país en el mediano plazo. “Quiero promover el hecho de que todo proyecto realizado con esfuerzo y trabajo constante puede ser logrado”, resume.