Diez años de una propuesta hecha al mundo
2023-12-14
EL mundo ha sido desde siempre un espacio en constante cambio y quien no sea capaz de comprenderlo,corre el riesgo de ser superado por la velocidad de los tiempos.Cuando el 7 de septiembre de 2013,en un discurso en la Universidad Nazarbayev de Kazajistán,el presidente de China,Xi Jinping,planteó por primera vez la construcción de la Franja Económica de la Ruta de la Seda,ya era evidente que nos dirigíamos hacia un mundo multipolar,en el que los países emergentes y en desarrollo -el hoy denominado Sur Globaliban a cumplir un papel más preponderante.
Ese discurso del presidente Xi fue el punto de partida de la Iniciativa de la Franja y la Ruta (IFR),la cual acaba de cumplir diez años y ha buscado desde sus inicios promover la interconectividad mundial no solo en sectores como la infraestructura,el comercio y las finanzas,sino también en campos como el humano y el cultural.Esta propuesta no surgió de la noche a la mañana,sino que guarda armonía con una de las ideas fundamentales de la civilización china: la de un universo como un todo conjunto,cuyas partes están interconectadas entre sí para funcionar en sinergia.Contrario a lo que piensan algunos,al mundo le va mejor cuando está unido.
Tras diez años de haber sido propuesta,ha sido mucho lo conseguido por la IFR.En el marco de este instrumento,China ha firmado hasta el momento acuerdos de cooperación con 152 países -el 83 % de los países con los que ha establecido relaciones diplomáticas-y 32 organizaciones internacionales.Asimismo,se han trazado más de 3000 proyectos de cooperación,se ha generado casi un billón de dólares en inversiones,se han creado alrededor de 420.000 puestos de trabajo y se ha ayudado a sacar a casi 40 millones de personas de la pobreza.
Es muy satisfactorio lo alcanzado,pero las expectativas son mucho más auspiciosas para esta segunda década que ahora comienza.Por ejemplo,de acuerdo con el Banco Mundial,para 2030 se espera que la infraestructura de transporte de la IFR,si es implementada plenamente,aumente los ingresos reales globalesentre un 0,7 y un 2,9 %,y saque a 7,6 millones de personas de la pobreza extrema y a 32 millones de la pobreza moderada.Como reza un proverbio chino,“las carreteras conducen a la riqueza”.
Este mes de octubre,China se prepara para recibir a líderes,ministros y altos representantes de los países y socios de la IFR,quienes se reunirán en Beijing en el tercer Foro de la Franja y la Ruta para la Cooperación Internacional.Es por ello que en esta edición de China Hoy hemos querido sumergirnos en la IFR,a fin de profundizar en ella y presentarles las diferentes aristas de una iniciativa que busca abrir caminos hacia un mundo más y mejor interconectado.
Cabe recordar que la ampliación de la IFR hacia una región como América Latina y el Caribe (ALC) fue anunciada en mayo de 2017,durante el primer Foro de la Franja y la Ruta para la Cooperación Internacional,al cual asistieron los entonces presidentes de Argentina y Chile.A los pocos meses,en noviembre de dicho año,Panamá se convirtió en el primer país de ALC en sumarse a la iniciativa.Tras el reciente ingreso de Honduras en junio pasado,son ya 22 los países latinoamericanos y caribeños que se han unido a la IFR.
Desde la construcción del megapuerto de Chancay en Perú,pasando por la renovación de la infraestructura vial en Chile y Bolivia,la cooperación biotecnológica con Cuba,hasta proyectos fotovoltaicos como el del Parque Solar Cauchari en Argentina,la región de ALC ha demostrado ser en estos diez años un socio indispensable para la Franja y la Ruta.
La fructífera visita a China del presidente de Venezuela,Nicolás Maduro,así como la reciente firma de un tratado de libre comercio con Nicaragua son también una auspiciosa antesala para la segunda década de una IFR que,lejos de ser un mero eslogan geopolítico,se consolida como una propuesta eficaz,concreta y fiable.En mayo pasado,el carácter chino xin (信) -que significa también “confianza”-fue elegido para representar este año de la Franja y la Ruta.Una virtud tan necesaria en un mundo que nos demanda una fe en el porvenir.