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“El aprendizaje del chino se hace muy necesario hoy”

2023-05-05PorANXlNZHUMlCHAELRATE

今日中国·西班牙文版 2023年5期

Por AN XlNZHU y MlCHAEL ZÁRATE

Rubén Tang en su oficina en el Vicerrectorado de Investigación-Proyecto Relaciones de la PUCP-Asia.

SUS abuelos llegaron desde la ciudad de Heshan a tierras peruanas con el sueño de forjar un futuro mejor para ellos y su familia.Un siglo después, Rubén Tang (邓如朋,su nombre en chino) sigue la senda trazada en sus genes de trabajo duro,perseverante y solidario.Durante once años fue director del Instituto Confucio de la Pontificia Universidad Católica del Perú, en una labor que profundizó los estudios sobre China y Asia en un país con una gran comunidad de peruanos con raíces chinas, otusanes, como son llamados allá.

China Hoy (CH): Tenemos entendido que sus abuelos fueron chinos.¿Podría compartir con nosotros la historia de sus ancestros?

Rubén Tang (RT):Mis abuelos llegaron al Perú en un barco procedente de la ciudad de Heshan, provincia de Guangdong, en los años veinte del siglo pasado, con el objetivo de buscar un futuro mejor en estas tierras,debido seguramente a la pobreza que se vivía en China en aquel entonces.Sin embargo, ellos trajeron un capital importante para invertirlo en el Perú.En primer lugar, se dedicaron a la agricultura y posteriormente a labores comerciales, y tuvieron restaurantes de comida china en ciudades al norte de Lima que se conocen aquí como chifas.No conocí a mi abuelo porque falleció antes que yo naciera, pero lo que recuerdo mucho de mi abuela es que ella siempre trató de inculcarles a todos sus hijos y nietos los valores chinos de la generosidad con sus familiares y amigos,así como el trabajo duro y perseverante para alcanzar los objetivos que nos propusiéramos en la vida.

CH: ¿Por qué razones decidió vincular su trabajo profesional con China?

RT:En realidad, fue un proceso de descubrimiento progresivo que se fue desarrollando con el paso de los años.Cuando era adolescente, tuve un gran interés por descubrir mis raíces chinas, ya que soy descendiente de chinos de tercera generación, y si bien en casa mantenemos muchas costumbres chinas,solamente sabíamos muchas palabras del dialecto cantonés, pero nadie sabía hablar mandarín.Es así que empecé a estudiar el idioma en diferentes asociaciones chinas en Lima y cuando estudié derecho en la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), tomé cursos de idioma y cultura china en el Centro de Estudios Orientales de la universidad.

Años después, en 1999, gané una beca para estudiar lengua y cultura china en Taiwan,lugar donde viví tres años, y posteriormente me fui a vivir unos cuatro años a Shanghai para trabajar en una empresa vinculada al sector agroquímico.Ya de regreso en el Perú,fui funcionario de la Dirección APEC del Ministerio de Comercio y Turismo, lo cual me permitió tener una visión más amplia sobre la importancia de la región Asia-Pacífico para el Perú, y en particular de China.

Luego de esta magnífica experiencia laboral, en 2006 tuve un acercamiento directo para conocer y difundir más los estudios chinos, puesto que me propusieron ser coordinador y profesor de una Diplomatura de Estudios Asiáticos, Mención en Estudios Chinos(DECH) en la PUCP.Creo que este evento fue el que motivó que diera un giro profesional para dedicarme más a los estudios sobre este continente, y de manera mucho más profunda a China.

Finalmente, en 2007, el rector de la PUCP de aquel entonces, el ingeniero Luis Guzmán-Barrón Sobrevilla, me propuso ser su asesor para ver la posibilidad de que nuestra universidad tuviera el primer Instituto Confucio en el Perú.Es así que a fines de 2007 obtuvimos la sede con otras dos universidades peruanas.Luego de un año de preparación, inauguramos el instituto en marzo de 2009 con solamente 70 alumnos, y tuve el honor de ser su fundador y director por el periodo de 11 años.

Rubén Tang (segundo desde la der.) en la develación de la estatua de Confucio en el campus de la PUCP en Lima en 2014, como celebración por el quinto aniversario del Instituto Confucio de la PUCP.

“Lo que realmente me llenó más durante mi gestión como director del Instituto Confucio de la PUCP fue haber ayudado a que muchos estudiantes peruanos cumpliesen su sueño de viajar a China”.

CH: En efecto, usted ha sido fundador y director del Instituto Confucio de la PUCP.¿Cómo valora esa etapa en su vida?

RT:Esa etapa fue muy valiosa para mí porque me permitió ser el responsable de un proyecto realmente importante para la difusión del aprendizaje de la lengua y la cultura china en el Perú.Recuerdo todo el esfuerzo que hizo la PUCP y nuestra contraparte académica –la Universidad de Estudios Internacionales de Shanghai(SISU)– para poner en marcha el instituto, la venida de nuestros profesores chinos a Lima para impartir las primeras clases, la contratación del personal local para el área administrativa, la organización de las primeras actividades culturales, así como la puesta a punto del primer local donde funcionó el Instituto Confucio de la PUCP los siete primeros años.Fue un trabajo arduo de muchos años que ha permitido que el Perú tenga realmente una institución seria que ofrece programas de enseñanza del idioma chino con niveles para niños, jóvenes y adultos, y que organiza a lo largo de todo el año innumerables eventos de diversas materias sobre la cultura china.

Estoy realmente satisfecho de todo lo obtenido estos años y que la institución siga creciendo,pero lo que realmente me llenó más durante mi gestión como director fue la oportunidad de haber ayudado a que muchos estudiantes peruanos cumpliesen su sueño de viajar a China por primera vez para perfeccionar el manejo del idioma, para participar en los campamentos de verano, así como para realizar estudios de maestría y doctorado en prestigiosas universidades chinas.La satisfacción de ver que muchos jóvenes peruanos definieran con mayor claridad su futuro personal y profesional a través de su paso por el Instituto Confucio es algo por el cual me siento realmente muy contento y orgulloso.

Rubén Tang en la calle Duolun en Shanghai en 2016.Fotos cortesía del entrevistado

CH: ¿Por qué es importante hoy en día aprender chino?

RT:Para el profesional de este siglo, no solamente es importante tener buenos y sólidos conocimientos sobre el área a la que está dedicado, sino que, además, es imprescindible que maneje varios idiomas,de manera tal que tenga una verdadera inserción en un mundo laboral totalmente globalizado.En ese sentido, el aprendizaje del idioma chino y su cultura le permitirá a una persona tener un acercamiento y un mejor entendimiento de un país como China, que tiene cada vez más presencia en el ámbito internacional, así como le permitirá llevar a cabo de forma más eficiente negociaciones a nivel del sector público, privado y académico.El chino está avanzando como lengua de aprendizaje a nivel mundial, al igual que el español, y por tanto los profesionales de hoy no pueden estar desconectados de esta tendencia.El aprendizaje del inglés es sumamente importante, pero no es suficiente.Por ello,el aprendizaje del idioma se hace muy necesario el día de hoy.

“El chino está avanzando como lengua de aprendizaje a nivel mundial,al igual que el español,y por tanto los profesionales de hoy no pueden estar desconectados de esta tendencia”.

CH: Usted ha estado también muy relacionado con la investigación académica sobre China.De hecho, es asesor del Vicerrectorado de Investigación-Proyecto Relaciones de la PUCP-Asia.¿Cómo ha ido evolucionando la atención que China recibe por parte de las universidades en Perú?

RT:Considero que además de los lazos históricos y culturales entre el Perú y China de más de 170 años,en los últimos 15 años hay una relación comercial y de inversiones más intensa entre ambos países, especialmente luego de la firma del Tratado de Libre Comercio vigente desde 2010.Ello ha permitido también desde el ámbito académico una mayor cooperación e intercambio con universidades chinas.A diferencia de años anteriores, hay también un mayor interés por parte de los estudiantes peruanos en realizar estudios superiores en China en diversas materias, a través de las becas ofrecidas por el Gobierno chino o pagados por ellos mismos.Esto es sumamente remarcable, pero todavía es insuficiente.Se necesita poner más énfasis en las investigaciones conjuntas, el crecimiento del intercambio de profesores y alumnos, así como la realización de más eventos académicos y publicaciones de interés común para las universidades peruanas y chinas.Además, deseamos también que vengan más estudiantes y académicos chinos a las universidades peruanas para estancias cortas o largas.

CH: Dentro de los viajes que ha realizado a China, ¿podría compartirnos una anécdota que haya quedado muy presente en su memoria?

RT:Son muchas las experiencias o anécdotas muy simpáticas que me han pasado las veces que visité China por razones de trabajo o turismo, o durante el tiempo que viví allí.Sin embargo, una anécdota que recuerdo mucho es cuando fui invitado al matrimonio de una colega de la compañía que se celebró en su casa, localizada en un área rural cerca de Shanghai.Al entrar en la casa, les entregué a los encargados del tema el sobre rojo ohongbao(红包) con dinero, como corresponde con la tradición china.Ellos se negaron rotundamente a recibirlo porque consideraban que yo era un invitado extranjero y estaban más que contentos que yo hubiera asistido a la boda.Yo insistí con el tema porque quería que me tratasen igual, y finalmente ellos aceptaron recibir el sobre que contenía 888 yuanes.Al abrir el sobre y contar el dinero, ellos dijeron sorprendidos: “Rubén, no solamente eres un gran compañero de trabajo, también conoces muy bien las tradiciones chinas.Por eso, todos te queremos mucho.¡Muchas gracias!”.Por eso, creo que la adaptación cultural es sumamente valiosa para hacer nuestro el país que nos acoge, y tener buenos amigos como yo los tengo hasta el día de hoy.