La laca esculpida en el tiempo
2020-06-18PorJlAOFENG
Por JlAO FENG
Las piezas han sido un obsequio de Estado entregado en múltiples ocasiones durante la historia china
LA laca esculpida es un tipo de artesanía china única formada a través de la aplicación de pintura natural a una carcasa de diferentes formas y, luego, el tallado de diseños con diversos tipos de cinceles. A diferencia de otros objetos decorativos de laca, los de laca tallada pueden estar revestidos con decenas, e incluso cientos, de capas de laca. En el caso de algunas piezas exquisitas, el proceso de poner pintura puede tardar desde meses hasta un año entero, por lo que se le suele llamar “tallado en el tiempo”.
La laca esculpida de Beijing comenzó durante la dinastía Tang (618-907), se popularizó en las dinastías Song (960-1279) y Yuan (1271-1368), y llegó a su apogeo durante las dinastías Ming (1368-1644) y Qing (1644-1911). Se trata de un tipo de artesanía representativa de Beijing, que gracias a su resistencia a la humedad, el calor, el ácido y el hidróxido de amonio, no se deteriora ni se deforma. En 2006 fue incluida tanto en la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de Beijing como en la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Nación.
Yang Zhixin, quien forma parte de la cuarta generación de artesanos dedicados a la laca esculpida, trabaja en el taller Mingguzhai.
Exquisitas piezas
En el Foro de la Franja y la Ruta para la Cooperación Internacional, realizado en Beijing en mayo de 2017, tres de los seis regalos entregados por el Gobierno chino a los jefes de Estado extranjeros fueron piezas de laca esculpida. De hecho, la laca tallada ha sido un obsequio de Estado entregado en múltiples ocasiones durante la historia china.
La laca se originó en China hace más de 15.000 años. Los antiguos chinos solían recolectar savia de los árboles de laca, que luego mezclaban con pigmentos para aplicársela a objetos. La laca no solo es resistente a la erosión, la humedad y el desgaste con los años, sino que además es decorativa.
Al principio, la gente ponía pintura al embrión de la pieza, y luego esculpía adornos como dibujos de flores, o primero tallaba motivos al embrión y después ponía una capa de pintura. Con la llegada de la dinastía Tang, surgió una nueva técnica en la que se esculpía directamente sobre la pintura. Los colores más populares en este periodo eran el rojo y el negro, llamados tihong y tihei, respectivamente. Ya en las dinastías Ming y Qing, el tallado en laca llegó a su apogeo y la técnica era transmitida de generación en generación.
El desarrollo de esta artesanía está estrechamente ligado al poderío del país. Ya que los objetos de laca esculpida eran altamente sofisticados y tardaban muchísimo tiempo en ser elaborados, solo podían emplearlos el emperador y su corte, o los dignatarios de otros países que los recibían como obsequio. De acuerdo con los registros históricos, el gobierno central de la dinastía Tang acostumbraba regalar objetos de laca tallada a los jefes de las etnias minoritarias en las zonas fronterizas, quienes los atesoraban por su belleza y complejidad técnica. Entre 1403 y 1408, durante la dinastía Ming, se regalaron 203 piezas de laca a Japón.
El estatus especial de la laca esculpida como obsequio de Estado fue realzado aún más durante las dinastías Ming y Qing, que fueron también las que le dieron un mayor impulso. En la dinastía Ming surgió un importante taller de laca esculpida en Beijing, donde trabajaban artesanos de toda China y el cual sentó las bases para la perfección de su técnica y estilo propio.
El emperador Qianlong, de la dinastía Qing, era amante de la laca esculpida, por lo que impulsó con ímpetu su producción. En este periodo, la corte también demandaba una gran cantidad de objetos, por lo que la artesanía prosperó como nunca antes. Existía una gran variedad de piezas, desde biombos, mesas y sillas, hasta platos, cajas y botellas, todos los cuales reflejaban la destreza técnica de sus artesanos. Además, se desarrollaron nuevos objetos con incrustaciones de jade.
La laca esculpida de la dinastía Qing fue diferente a la de la dinastía Ming, ya que prestó mayor atención a la elegancia y a los detalles. El número de capas de laca aumentó considerablemente, con el fin de proporcionar a los objetos un mayor efecto tridimensional y hacer cortes más refinados con los cinceles. La corte de la dinastía Qing tenía un cuerpo profesional de artesanos dedicados a la laca tallada, donde cada persona cumplía una determinada labor. Sin embargo, debido al declive nacional en la mitad y postrimerías de la dinastía Qing, los talleres imperiales se vieron obligados a cerrar por falta de recursos, lo cual trajo consigo la decadencia de esta artesanía hasta su casi extinción.
El renacimiento
La restauración de los tesoros del palacio imperial y la gran cantidad de adquisiciones de reliquias culturales orientales por parte de Occidente en el siglo XX trajeron consigo una ola de restauración y réplica de objetos. Algunos artesanos comenzaron a estudiar y reproducir piezas talladas en laca de la dinastía Qing, y tras años de duro trabajo, lograron revivir esta técnica. Se establecieron más de 20 talleres en Beijing. En uno de ellos, llamado Mingguzhai, trabaja Yang Zhixin, quien forma parte de la cuarta generación de artesanos del taller y se ha dedicado a este arte por más de 30 años.
Según Yang, luego del establecimiento de la República Popular China, el gobierno local de Beijing fomentó el desarrollo de este arte al reunir a diversos artesanos -quienes se encontraban en diferentes lugares debido a la guerra- en una cooperativa dedicada a la laca tallada, más tarde llamada Fábrica de Laca Esculpida de Beijing. Gracias al trabajo de varias generaciones, los objetos de hoy son más elegantes y delicados, recordando a aquellos de la época imperial. Durante mucho tiempo, la laca tallada de Beijing ha sido una de las principales artesanías de China para la exportación.
Los motivos de pájaros y flores suelen aparecer en los objetos de laca esculpida.
Por otro lado, han surgido también innovaciones en la técnica de tallado. En el pasado, el tallado generalmente era plano, mientras que hoy en día se usa una combinación de técnicas, incluyendo el grabado en relieve, el tallado hueco y el tallado redondo tridimensional. Además, se emplea una mayor gama de colores. El “pintado de pared” es otra de las innovaciones dentro de la laca esculpida, el cual fue desarrollado para decorar las paredes interiores de las construcciones de alta gama. El tallado se hace sobre una plancha de madera que luego se inserta en la pared, con lo cual se ve como parte de la construcción en sí.
Tras el proceso de Reforma y Apertura, los artesanos han tenido que hacer constantes innovaciones para satisfacer la demanda, integrando así el arte a la vida cotidiana. En los últimos años, Yang ha creado numerosos objetos de laca tallada funcionales, como contenedores de lápices, tableros de ajedrez, fruteros, vajillas, baúles, e incluso joyas para satisfacer el gusto de los más jóvenes.
Según Yang, el proceso de elaboración de objetos de laca esculpida es altamente complejo, con decenas de pasos, entre ellos, el diseño y fabricación de la pieza, el lacado, el tallado, la puesta de pintura y el pulido. Cada paso requiere de una técnica especial realizada por diferentes maestros, por lo que cada objeto es el resultado de un trabajo en equipo.
La laca utilizada, llamada daqi, proviene de la savia de los árboles de laca, los cuales crecen principalmente en las montañas. La savia es recolectada como el caucho, pero la que produce un árbol es muy poca. Además, la laca natural debe ser filtrada y purificada antes de utilizarse como pintura.
Un paso clave en el proceso de elaboración es el laqueado, que debe hacerse capa por capa. Luego de aplicar una capa, el objeto se debe dejar en un lugar oscuro y fresco para que se seque antes de aplicar la siguiente capa. Para asegurar que la calidad del laqueado dure años sin destrizarse, solo se puede aplicar una capa por día. Diecisiete capas equivalen a 1 mm de grosor. Por lo general, los objetos en laca tallada tienen entre 10 a 15 mm de grosor, aunque los más grandes pueden tener hasta 30 mm. Por eso, tan solo el laqueado puede tardar meses o, incluso, hasta un año.
Tras el proceso de laqueado, los artesanos a cargo del tallado comienzan su trabajo. Según explica Yang, el tallado también se divide en dos pasos: el grabado en relieve del cuerpo principal y el sombreado de fondo. “El sombreado es el paso más distintivo de los objetos en laca esculpida”, señala. “Durante el tallado no hay espacio para el error, independientemente del diseño. Muchas líneas rectas y curvas se tienen que hacer de una vez, sin detenerse. Un solo movimiento equivocado puede causar que todo el trabajo quede en nada”. Luego se continúa con el pulido y una vez que se han hecho todos estos pasos, la pieza decorativa por fin está lista.
En sus 30 años de carrera, Yang ha renovado el estilo, simplificado las líneas y combinado la laca tallada con la incrustación de filigrana. “En la antigüedad, el uso de piezas de laca esculpida era un privilegio del palacio imperial. Ahora se las puede integrar al día a día de las personas. Así, a medida que más gente las utilice, este arte podrá ser transmitido a muchas generaciones más”.