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Del cambio cuantitativo al cualitativo

2020-01-08PorYUEYUNXlA

今日中国·西班牙文版 2020年1期

Por YUE YUNXlA*

Cooperación económica y comercial entre China y América Latina 2019-2020

EN las primeras dos décadas de este siglo, la cooperación comercial entre China y América Latina ha experimentado el crecimiento más rápido en su historia. En 2019, el aumento de la cooperación económica y comercial entre China y América Latina no fue tan destacado como en años anteriores, pero comenzó a mostrar un salto cualitativo sobre la base de la acumulación de cantidades a largo plazo. El año 2020 marca el 60.° aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre China y Cuba, el primer país latinoamericano en suscribir vínculos oficiales con la República Popular China. Además, la cooperación económica también se encuentra en un nuevo punto de partida, con una perspectiva prometedora.

Empresarios chinos y brasileños conversan en la primera Exposición Internacional de Importaciones de China.

Progresos en 2019

En 2019, la presión del proteccionismo comercial continuó en ascenso, así como la incertidumbre global, lo que propició una desaceleración en la economía mundial. El Fondo Monetario Internacional (FMI) rebajó su pronóstico de crecimiento mundial anual al 3 %, lo cual representa el nivel más bajo desde la crisis financiera mundial en 2008. En este contexto, el crecimiento económico de China bajó a entre 6 % y 6,3 %, mientras que la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) estimó que la tasa de crecimiento económico anual en América Latina sería de solo 0,1 %. Como resultado, la tasa de crecimiento de la cooperación económica y comercial China-América Latina se ha desacelerado, pero la base para la cooperación viene consolidándose continuamente.

El comercio entre China y América Latina mantiene una estabilidad general, y la región sigue siendo muy importante para China. Afectado por los factores duales de la fricción comercial entre China y EE. UU. y la devaluación de la moneda china (RMB), el comercio exterior de China enfrenta ahora una mayor presión. En los primeros diez meses de 2019, el valor total de las importaciones y exportaciones de China cayó un 2,5 % interanual, pero el comercio entre China y América Latina mantuvo una tendencia de crecimiento, con un aumento interanual del 1,6 %. Al mismo tiempo, las exportaciones de China a América Latina disminuyeron ligeramente, mientras que las importaciones aumentaron un 3,1 % interanual, lo que situó a América Latina como la fuente de importaciones con mayor aumento para China durante el citado período.

Por otra parte, la inversión de China en América Latina se ha ampliado de manera sostenida y ordenada. Según las estadísticas del Ministerio de Comercio de China, a fines de 2018 había más de 2500 empresas de capital chino localizadas en 32 economías latinoamericanas y caribeñas, incluidas las Islas Vírgenes Británicas, las Islas Caimán, Brasil, México, Perú, Chile, Ecuador, Venezuela y Argentina, entre otras, con inversiones totales de 406.800 millones de dólares, representando el 20,5 % del stock de inversión directa de China al exterior. Entre enero y octubre de 2019, China había invertido 90.460 millones de dólares en 164 países y regiones, lo que representó un aumento interanual del 5,9 %. Compañías como COFCO, State Grid y Didi Chuxing continuaron aumentando su inversión en América Latina.

La cooperación económica entre China y América Latina se ha ampliado gradualmente hasta cubrir muchas áreas. Para China, América Latina es el tercer mercado más grande de cooperación económica a nivel internacional. Según las estadísticas de la Asociación de Contratistas Internacionales de China, en el primer semestre de 2019, las empresas chinas firmaron nuevos contratos en el mercado latinoamericano por un valor de 6700 millones de dólares, un aumento de más del 30 % interanual. Los negocios con un evidente crecimiento se centran en Brasil y Perú, en el transporte y las nuevas energías. En noviembre pasado, un consorcio compuesto por China Harbour Engineering Company Ltd (CHEC), Xi’an Metro, CRRC Changchun Railway Vehicles Co., Ltd y Bombardier ganó la licitación para un proyecto de una línea de metro en Colombia. Por primera vez, las empresas chinas construirán y operarán una ruta completa de metro en América Latina. La cobertura de los negocios chinos en el mercado latinoamericano se está ampliando, y el modelo de cooperación también ha pasado de la contratación de ingeniería a la integración de construcción, financiamiento y ejecución de proyectos.

Nuevos cambios en 2019

El ministro de Comercio Exterior y Turismo de Perú, Edgar Vásquez, promueve bebidas típicas de su país en la segunda Exposición Internacional de Importaciones de China.

Además del crecimiento en la cantidad, en 2019 la cooperación pragmática entre China y América Latina logró avances sustanciales, y la cooperación económica y comercial mostró una clara tendencia hacia la optimización.

Primero, se ha definido de manera más clara la posición de América Latina como socio en la construcción de la Iniciativa de la Franja y la Ruta. En la actualidad, de los 24 países de América Latina que han establecido relaciones diplomáticas, 19 han firmado memorandos de cooperación con China para la construcción conjunta de la Franja y la Ruta. Entre los otros cinco países, Argentina, Colombia y Brasil han mostrado su voluntad de cooperar en la implementación de la Franja y la Ruta. De este modo, se ha alcanzado en casi toda América Latina el consenso y la cooperación sobre dicha iniciativa.

En segundo lugar, la comunicación de políticas sentó las bases para optimizar la estructura de cooperación económica y comercial entre China y América Latina. El Informe sobre el Comercio Mundial de la OMC para 2019 indica que los servicios representan más de dos tercios de la producción económica mundial, por lo que es la forma de comercio más dinámica del mundo. La proporción de la industria de servicios en China y en los países latinoamericanos ha excedido la mitad; sin embargo, la proporción del comercio de servicios en la cooperación económica y comercial entre China y América Latina es relativamente baja, por lo que en la actualidad se explora su potencial. En 2019, los jefes de Estado de seis países latinoamericanos visitaron China. El presidente Xi Jinping realizó una visita de Estado a Brasil cuando asistía a la cumbre del BRICS. Las visitas de intercambio de alto nivel entre China y América Latina han promovido la comunicación de políticas y han llevado a la firma de acuerdos de cooperación en múltiples campos.

Finalmente, China y América Latina se han comprometido a eliminar el lastre del cuello de botella en la cooperación económica y comercial. Con el rápido desarrollo de la cooperación entre China y América Latina y los esfuerzos recientes de las dos partes para ampliar su apertura, se han logrado progresos en la liberalización de la inversión y del comercio, pero en la facilitación todavía existen factores que restringen la cooperación entre las dos partes, los cuales han sido la prioridad de trabajo para ambas regiones en 2019.

El Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA) tiene mucho aprecio por el mercado chino. Fotos de Dong Ning

Dirección de la cooperación después de 2020

Los progresos en la cooperación económica y comercial entre China y América Latina en 2019 han consolidado el consenso de cooperación entre las dos partes, así como han mejorado las condiciones para la cooperación y dejado en claro las dos prioridades de la cooperación bilateral a corto y mediano plazo: optimizar la estructura de cooperación e incrementar la facilitación de la cooperación. Sin embargo, hoy tanto China como América Latina enfrentan ciertas dificultades. Para China, las fricciones comerciales con Estados Unidos son desafíos continuos. Y América Latina, a su vez, ha entrado en un ciclo turbulento de riesgos políticos, económicos y sociales. El estancamiento del crecimiento económico ha continuado durante siete años. En Ecuador, Chile, Bolivia y Colombia se han producido movimientos sociales a gran escala. Al respecto, tanto China como América Latina deberían evaluar nuevamente el valor de cobertura de riesgo que produce la cooperación económica y comercial entre las dos partes. Se debería comenzar a ver a América Latina como un posible “reemplazo” de Estados Unidos en cierta medida, mientras que el mercado, el capital y la tecnología de China pueden ayudar a América Latina a salir de su difícil situación.

En base a esto, y teniendo en cuenta la cooperación posterior a 2020, China y América Latina deben formar una fuerza conjunta en los siguientes aspectos:

Primero, hay que explorar potenciales y promover la diversificación de la cooperación económica y comercial entre China y América Latina. Los ajustes estructurales que se están realizando simultáneamente tanto en China como en América Latina crean nuevos espacios para la cooperación bilateral, en las industrias de energía y recursos, la agricultura, las industrias relacionadas con la infraestructura, la industria manufacturera, automotriz, electrónica, textil y las industrias emergentes.

En segundo lugar, hay que fortalecer la confianza y superar con paciencia los riesgos a corto plazo. La cooperación económica y comercial entre China y América Latina se encuentra en un entorno complejo, sin precedentes. Las dos partes deben ser pacientes al enfrentar los riesgos a corto plazo, ajustar de manera oportuna el ritmo de promoción de proyectos y evitar riesgos extremos a corto plazo. Asimismo, deben promover estratégicamente el equilibrio a largo plazo de la cooperación bilateral. En el marco general de la Franja y la Ruta, se debe lograr el equilibrio en las “cinco conectividades” (comunicación de políticas, interconexión de instalaciones, fluidez comercial, circulación de fondos y enlazamiento de la voluntad popular), realizar una interacción fructífera entre la cooperación económica y comercial y la cooperación en otros campos, y así evitar riesgos sistemáticos.

Tercero, hay que conceder mayor importancia a la comunicación para identificar y eliminar los obstáculos a la cooperación económica y comercial entre China y América Latina. La falta de entendimiento mutuo es el factor subyacente que impide desarrollar la cooperación a fondo. Con este fin, entre las dos partes se deben establecer mecanismos de cooperación directa a largo plazo entre gobiernos, think tanks y medios para hacer intercambios abiertos y de múltiples niveles. En cuanto a la ejecución de proyectos, China debe prestar atención a la comprensión de la cultura latinoamericana, fortalecer la investigación del entorno legal de América Latina y la capacitación del personal calificado en las leyes locales, así como cumplir estrictamente las leyes y regulaciones de los países anfitriones, y asumir activamente las responsabilidades sociales correspondientes.

Cuarto y último, hay que mantener una actitud abierta e inclusiva, mejorar el efecto derrame en la cooperación económica y comercial entre China y América Latina a través de la cooperación tripartita. La entrada rápida de China en América Latina generará cierto impacto en el nivel de importancia de sus socios tradicionales, como Estados Unidos y los países europeos. Para aliviar el impacto negativo, China debe compartir adecuadamente algunos proyectos con terceras partes y fortalecer el diálogo entre las tres partes.